jueves, 14 de septiembre de 2017

Educational Innovation City

Escribe Angel Fidalgo


¿Es posible el cambio educativo? Sí. Es posible. Eso es al menos lo que demuestran cientos de profesores y profesoras, todos los días, de cualquier nivel educativo y en todas partes del mundo.
El profesorado innovador, al igual que los pioneros, emigra de un contexto gobernado  por procesos y normas que oscurecen la educación, que, poco a poco, van matando la pasión por el aprendizaje (de profesorado y alumnado). El pionero, a menudo, realizando un gran esfuerzo, abriendo camino y sin ayuda de nadie llega a un destino regido por la participación activa del alumnado, por la cooperación, por la motivación y, sobre todo, por la realización de nuevos métodos y actividades.
Como dijo Obama en su discurso de despedida: “Sí, se puede. Sí, pudimos”. Pues si se puede y si pudimos, ¿por qué no hay cambio educativo?
  • Los políticos afirman que lo habrá cuando se firme el pacto educativo.
  • Parte del profesorado dice que cuando el alumnado venga más motivado.
  • Gran parte del alumnado opina que cuando haya profesorado más motivado.
  • Y la sociedad que cuando haya más recursos.
Ante esta situación, el profesorado innovador está afónico de tanto gritar que se puede hacer cambio educativo. Basta con tomar como ejemplo las buenas prácticas, organizarlas y llevarlas allí donde se necesiten.
Un pionero, por sí solo, puede servir de ejemplo e inspiración a otros. Pero cuando cientos de pioneros viajan juntos son capaces de formar ciudades allí donde alcanzan la meta. Tenemos que hacer el camino unidos, ayudar a los más rezagados y, sobre todo, formar una nueva ciudad  “Educational Innovation City”.
Debemos tener una meta y un lugar común. En caso contrario, seremos pioneros solitarios, desperdigados, posiblemente felices pero sin conseguir lo que es nuestro objetivo: EL CAMBIO EDUCATIVO.
¡¡¡Fundemos Educational Innovation City!!!
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor

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